Obra que invita a la reflexión en torno a la educación privada en el Perú y a la búsqueda del equilibrio entre la libertad de enseñanza y los límites del rol regulador del Estado.
El autor reconoce la crucial tarea estatal de brindar educación, dar apoyo a las entidades que la ofrecen, así como de orientar y normar la educación en el país. Pero, al mismo tiempo, denuncia que la normatividad apabullante y detallista impide el buen desarrollo de las entidades educativas, incluso de las estatales.
Se propone superar la noción de que lo privado y lo público, en materia educativa, son antagónicos. Lo deseable es que ambos sectores estén dotados de excelencia y que colaboren entre sí para educar con calidad a las futuras generaciones.