“Toda mi poesía y poemas estuvieron signados, aún los menos aparentes, por mis creencias y sentimientos políticos, pues la realidad fue siempre mi influencia fundamental y yo fui solamente un escribano de ella. Un testigo y escribidor impenitente, que ja contaminado -¿favorable o desfavorablemente? Eso ya es otro problema- mi conciencia y psicología personal, por lo tanto mi desafío cuando escribía”.