JAVIER M. CENZANO / I. C. CASTILLO / ANTONIO MADRID
El hidrógeno es el gas más universal. Las estrellas, incluido el sol, son bolas gigantes de hidrógeno en estado de plasma. Es el elemento más simple y abundante del universo, y tiene unas características muy interesantes desde el punto de vista energético. Aún no se utiliza mucho el hidrógeno porque la tecnología para su aprovechamiento no está muy desarrollada, pero su potencial es enorme y se está investigando en varios campos que consideran al hidrógeno la energía del futuro (fusión nuclear, pilas de combustible). Las pilas de combustible son aparatos para la producción continua de energía (electricidad, calor) a partir del hidrógeno puro o suministrado por productos tales como metano, metanol, gasolina, etc., que reacciona con el oxígeno del aire. Además tenemos la fusión nuclear, que es una energía limpia (su único residuo es vapor de agua), y que parte de una materia prima (hidrógeno) muy abundante, al contrario que la fisión nuclear que parte de una materia prima no tan abundante (uranio) que además hay que enriquecer por sistemas costosos y que produce residuos radiactivos muy peligros.