Este libro quiere ayudar a recuperar el sentido más amplio y holístico de la educación. ¿Está cumpliendo la educación con sus metas básicas? En la actualidad, la educación a menudo se somete a los contenidos, olvidando que el conocimiento se asimila de forma significativa cuando el docente activa, impulsa y abre horizontes. En nuestra sociedad líquida los niños y adolescentes necesitan, más que nunca, de ejemplos positivos y de impulso. También de pensamiento crítico, de sentido ético, de actitudes proactivas, conscientes y responsables. Es necesario, más que nunca, el papel crucial de profesores inspiradores y de familias que trabajen en equipo con ellos. Es preciso recuperar verbos básicos para impregnar las aulas de aprendizaje significativo: inspirar, observar, escuchar La educación útil a largo plazo, la que siembra la emoción del conocimiento, la que enseña a convivir en el respeto, requiere de ambientes idóneos, donde todos los alumnos se sientan protagonistas.