Las obras de Mario Vargas Llosa son un testimonio de la fuerza que tienen la transgresión, el sueño y la libertad en nuestra existencia. Los personajes de sus novelas y de sus obras de teatro se encuentran siempre animados por una épica personal: la de trascender su entorno. Todos ellos buscan en la rebelión, la creación y la libertad un camino para descubrir su identidad. Si alguna lección nos deja esta obra y esta vida, es la de la confianza en el poder de los individuos de fraguarse un destino, por encima de todas las limitaciones y presiones del mundo de afuera. Desde su primer volumen de cuentos, Los jefes (1959), hasta sus novelas más recientes, su obra es un homenaje a la capacidad de rebeldía del ser humano.