La verdad como límite al autoritarismo es
piedra angular en un proceso cognitivo. La
búsqueda de la verdad y ésta como límite
no corresponde a un pensamiento abolicionista, sino a un minimismo penal; son
dos opciones cualitativamente diferentes.
Solo los extravíos diletantes pueden confundir dos concepciones distintas.
La imputación concreta exige proposiciones fácticas que describan un segmento
de la realidad, conforme a las características normativas que definen el tipo; este es
el presupuesto para una actividad probatoria, eje epistémico para una valoración
objetiva y racional de la prueba, alejado de
los estándares subjetivos de íntimas convicciones y demás calenturas punitivistas