En un contexto donde los avances tecnológicos y la abrumadora generación de conocimientos demandan formas diferentes de interacción social, la escuela y sus actores requieren también realizar modificaciones internas que les permitan no solo responder al entorno externo, sino ser protagonistas de las transformaciones pertinentes y éticas para que los educandos cuenten con las herramientas necesarias para construir su autonomía, procurar el aprendizaje permanente a lo largo de su vida y, sobre todo, trabajar por una sociedad mas equitativa