No se entiende una buena dieta si no es capaz de proporcionarnos los nutrientes adecuados para nuestro organismo, pero tampoco es una dieta adecuada si nos produce una intoxicación alimentaria. Los alimentos deben elegirse bien, pero también deben ser seguros. Alimentos sanos y seguros, estos serán los dos aspectos sobre los que se incidirá especialmente a lo largo de esta guía.
Por este motivo, la clave es dar a conocer los riesgos a los que se enfrenta la alimentación, para no dejarnos llevar por el miedo o el alarmismo a la hora de elegir nuestros alimentos, y disponer de las herramientas necesarias para saber cómo minimizarlos y cómo controlar sus efectos.